sábado, 5 de marzo de 2011

Clínica de pequeños animales




Hoy se cumple un año desde la primera publicación de las “Clínicas de pequeños animales” en el diario la Gazeta de Las Flores (exactamente un año), mismo día sábado 5 de Marzo, lo cual no agrega ni quita nada, pero solo observo mientras me hablo solo y inscribo estas líneas tan parecidas a un regalo de cumpleaños que quiero compartir con todos aquellos que de una o otra manera siguen a este mundo titulado “Clínica de pequeños animales” el cual, tras haber estado conmigo todo este año se ha convertido en una gran compañía, como un ventana que puedo llevar y llenar en todos lados, a la vez que sembró en mi esa rara reputación que tengo popularmente ahora de ser el tipo “que hace dibujitos de animalitos”, malentendidos con animalitos. Diálogos de animalitos. Conflictos que nos pasan a todos y a ninguno pero con animalitos. La contratapa de convierte en una ventana y aparecen esos animalitos que no tienen que ver con lo que se dispersa alrededor, aunque a veces se mezcle con la publicidad. De hecho la primera “Clínica” fue confundida con una publicidad de veterinaria, el primer gran malentendido, la primera anécdota, El chiste perfecto. Me dan gracia cuando ocurren estas cosas.
El primer comentario acerca de la primera publicación fue el de “así que dibujantes la propaganda de una veterinaria”, “¿que veterinaria?”.
El proyecto original de las “Clínicas” originalmente nació como una especie de conceptual de historieta, la exploración del lenguaje, el mensaje rigurosamente orquestado que debía mostrar al lector un mundo ordenado de formas y animales en el cual ocurrían cosas. Sutiles acontecimientos que iban creando y transformando todo ese mundo el cual el lenguaje era el motor elegido para hacerlo.
La primera clínica enunciaba una jirafa que de un globo de dialogo negro va creando el lenguaje, imágenes que nacen de este globo vacío y oscuro y se Irán integrando al mundo habitado por la jirafa, la cual dejaba de estar sola estar rodeada de las creaciones que dejó su vacío. Un año de ello. La segunda narraba las similitudes y diferencias de unos extraños perros y como ello iba modificándolos a medida que iban interactuando. De allí en más tanto por una cosa por otra se transformo en un espacio para el juego, la incursión en tratar de decir algo y no forzar en hacerlo hasta que se haga evidente.
Siempre he pensado en las “Clínicas” como en un lenguaje lento, hermético cargado de simbologías que van apareciendo a medida que va pasando el tiempo, los peces por ejemplo se revelan como animalitos filosóficos que reproducen preguntas, las aves como seres libres en transito (muchas veces en alianza o parentesco con los peces), los perros como criaturitas vagas que siempre andan en montón que rara vez preguntan cosas conformándose en el andar.
Siempre he visto entonces (y como para resumir) a este mundo como un confluir, como un espacio de consecuencias de cosas que va acomodándose en su sitio para rebelar las verdades que trae, con sus leyes y secretos, con sus ordenes y sus tareas, y sus mentiras pero en fin confluyendo. Hacer coincidir las cosas aquí, en este mismo espacio, no es “El aleph” de Borges pero bien, algo parecido consumado pasa y me obliga a deletrear todas estas cosas porque cuando empecé a escribir esto no era mas que un feliz cumpleaños…y ahora es un palabrerío enorme cargado de las cosas que quería decir en definitiva!!!.Muchimas gracias a todos en nombre de mis animalitos y de mi!!!

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